"Click para ver resumen de contenido"

El contenido de esta página requiere una versión más reciente de Adobe Flash Player.

Obtener Adobe Flash Player

 

EN NOVIEMBRE LA VIRTUD ES EL SERVICIO

" EL SERVICIO " es la Virtud que meditaremos este mes y es la que lleva a la
práctica todo lo que creemos, y resulta del desbordamiento de nuestro amor
hacia Cristo. Conozcamos un poco mas de esta virtud y analicemos como se va
manifestando nuestra vida.

Vivir el amor es hacer propio el mandato de Cristo en la entrega a los
demás - N.35 Manual del Miembro REGNUM CHRISTI
FUNDAMENTO:
«Aquel que vino a servir y no a ser servido» (Mt 20, 28).
«El más importante entre ustedes debe portarse como si fuera el último, y
el que manda, como si fuera el que sirve» (Lc 22, 26).
«Amándonos los unos a los otros con el mismo amor con el que Él nos amó» (Jn
15, 12).
PUNTOS DE REFLEXIÓN
Con Dios:
- Ante Dios no debemos presentarnos nunca como quien cree haber prestado un
servicio y por ello merece una gran recompensa. ¿Es esa mi actitud? ¿Soy
consciente de que, en realidad, no hago nunca bastante por Dios? Digo, como
sugiere Jesús: «Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que
hacer».
- Ante las dificultades y el esfuerzo que conlleva el servicio, ¿confío en
que « nada es imposible para Dios» (Lc 1, 37)?
- María supo entregarse al servicio de Dios con una disponibilidad
incondicional. ¿Busco imitarle? ¿Pido su intercesión?


Con mi familia:
- Señor, en mi familia es donde debo servirte en primer lugar. Hazme
sensible para saber amarlos como cada uno lo necesita, no como yo quiera
amarlos. ¿Es mi servicio en mi familia fuente de alegría, fuente que derrama
amor todos los días?
- ¿Sirvo o espero que me sirvan, porque lo merezco? ¿Estoy alerta para
descubrir lo que más se necesita de mi?
- Amar es servir. ¿Qué estoy haciendo para trasmitir a mi familia esta
convicción?


Con los demás:
- Ayúdame Señor a tener siempre un espíritu de servicio en donde quiera que
me encuentre. ¿Estoy dispuesto a atender con alegría, hasta los más pequeños
detalles, de quién me necesita, consciente de que es a Dios al que amo
cuando sirvo a los demás?
- El servicio de la Virgen Santísima tenía una huella de dulzura que le
caracterizaba, así, era capaz de reflejar el amor de tu Hijo amado. ¿Cómo es
mi servicio? ¿Qué tipo de huella deja en los demás?
- Señor mío y Dios mío, me postro ante ti para entregarte todo mi ser,
quiero alabarte y bendecirte con mi servicio a los demás. Ilumíname para que
sepa en qué lugar puedo servirte más y mejor, quiero hacer todo por amor a
Ti. ¿Qué tan frecuente hago este tipo de oración? ¿Por qué?


Conmigo mismo:
- Cristo dice que la auténtica libertad es estar «los unos al servicio de
los otros» (Ga 5, 1.13), porque libertad y amor coinciden. Por el contrario,
obedecer al propio egoísmo conduce a conflictos. ¿Qué predomina en mi vida,
el egoísmo o el servicio?
- Ante los éxitos, ¿doy gracias y alabo a Dios por haberme regalado las
virtudes que hacen posible mi servicio a los demás?
- Ofrecer generosamente lo mejor de mí mismo al servicio de los demás, ¿es
una constante en mi vida?


Con el Movimiento y la Iglesia:
- Dios se ha fiado de mí para acercar a sus creaturas al cielo. ¿Soy
consciente de que soy portador de un mensaje que es para cada uno de los
hombres un mensaje de fe, esperanza y caridad? ¿Le pido me ayude para no
desalentarme ante los fracasos?
- El servicio a la Verdad es don de gracia y expresión de caridad evangélica
porque la declaración de la fe y el testimonio de la caridad son
inseparables. ¿Hago algo para llevar a cabo este servicio? ¿Qué más podría
hacer?
- El Movimiento recomienda la tarea de formarse permanentemente con un
profundo sentido de servicio a Dios y a los demás. ¿Me convence esta
recomendación? ¿Por qué?


«Para que nuestro servicio no sea sólo acción filantrópica, aunque útil y
con mérito, es necesario alimentarlo con la oración constante y la confianza
en Dios. Es necesario armonizar nuestra mirada con la mirada de Cristo,
nuestro corazón con su corazón. De esta manera, el apoyo amoroso, ofrecido a
los demás se traduce en participación y en un compartir consciente de sus
esperanzas y sus sufrimientos, haciendo visible, y diría que casi tangible,
por una parte la misericordia infinita de Dios hacia cada ser humano, y por
otra, nuestra fe en Él» Benedicto XVI, 3 de abril de 2009

Si deseas hacernos llegar material que contribuya a nuestra MISIÓN, favor envíalo a colaboracion@creser.net.
 

Accede en cualquier momento, en cualquier lugar, desde cualquier computadora que tenga internet, a : Digita "www.creser.net" en tu navegador, haz "click", y... ¡listo!

Buzón de Lectores
Creser ©2011 • Reservados todos los Derechos